sábado, 21 de abril de 2012

DIRECTO AL CORAZON


PARA TODOS LOS ADOLESCENTES PRECIOSOS... COMO MI SARITA

Guarda tu corazón porque de él mana la vida. La preocupación de Dios por nuestro corazón es notable en el curso de toda la Escritura. El corazón es voluble, inestable y proclive a ser engañado. Fácilmente pasa la frontera de la perversión y es muy vulnerable frente a la seducción. Si a todos estos factores le agregamos la inexperiencia de la tierna edad adolescente, el cuadro se torna más delicado.


Tengo una niña adolescente. Si, aunque suene irónico es asì: "niña adolescente". Con todas las complicaciones de una edad que cree saberlo todo, con la fuerza capaz de oponerse a todo lo que se le cruce por delante y con la inestabilidad propia de un carácter en formación.

A mi Sarita y a todos los chicos como ella, hoy quiero invitarles a echarle una miradita a su corazón. Nena, no entregues tu corazón a la ligera, no permitas que las huellas de relaciones pasajeras queden tatuadas en él. No dejes que a esta tierna edad, alguien se considere dueño de él, esa prerrogativa es únicamente de Dios. No le permitas a tu corazón inclinarse ante las banalidades de esta vida; la música, la moda, lo trivial, la fama, el reconocimiento... El corazón fue hecho de tal forma que nada de eso lo hará sentirse pleno.

Cuando observo a mi niña adolescente, siento tanta impotencia. Puedo ser el instrumento de Dios para proteger su integridad, suplir sus necesidades, complacer sus caprichos, pero quisiera tener la capacidad de salvaguardar su corazón, pero no soy capaz siquiera de entenderlo, mucho menos guardarlo. Sin embargo, después de analizar mi pretenciosa ambición, caígo en cuenta que no puedo ni proteger el mío, cómo entonces hacerlo con el de mi tierna niña.

Pero Dios ya lo había anticipado... Sólo él puede conocer el corazón del hombre. Sólo él conoce el corazón de mi nena. Sarita, en un día como hoy, tu cumpleaños número catorce, quiero regalarte un estuche, un protector. Pero no para un equipo tecnológico o musical, sino uno para tu corazón. Atesóralo todo el tiempo, úsalo en todo momento; y verás cómo tu corazón se preserva para ideales de mayor trascendencia...

"Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien". (JOSUÉ 1:8)

Te amo, tu papi